FAST FASHION “DERECHOS HUMANOS”
Desigual lleva el debate sobre el futuro de la moda
Máquinas y humanos acaban
fundidos en una misma cosa, sin posibilidad de distinguirlos.
Todo en Machines destila una sensación
de claustrofobia y dolor humano. Desde la oscuridad que asoma dentro
del taller a los encuadres que encierran a esos obreros rodeados de
máquinas y productos químicos por todas partes. La intensidad sonora
de los aparatos en funcionamiento contrasta con el silencio de los empleados en
una jornada interminable que les lleva 12 horas diarias, sin prácticamente
tiempo para echar una pausa para comer.
Observamos cómo se duchan medio vestidos o duermen
en cualquier rincón, estirados sobre las montañas de telas que confeccionan, y
sus miradas de agotamiento piden auxilio. Clavan sus expresivos ojos directamente
en la pantalla, logrando un impacto total en el espectador, que asiste impávido
a un escenario cada vez más dramático.
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Fotograma del documental 'Machines', de Rahul Jain
·
Jann Pictures
Los jornaleros no pueden escapar de un trabajo
donde la lucha por mejorar sus condiciones es imposible sin colaboración y
unidad. De esa falta de unión y de sindicatos se benefician los empresarios
textiles, que observan como un Gran Hermano desde sus cómodos despachos que
nada ni nadie se descarrile. “Si les pagásemos más se lo acabarían gastando en
tabaco o alcohol. No enviarían el dinero a casa”, se excusa con sorna uno de
los jefes.
Información visual
arrolladora que cuesta asimilar y que obliga a bajar la mirada como si de
alguna forma nos sintiéramos culpables de lo que sucede en un país marcado por
la pobreza extrema. Un niño que no debe alcanzar los 12 años no puede detener
el sueño que le invade mientras está pendiente de una máquina. Otro adolescente
toma la palabra para decir que “Si te fijas bien en las máquinas desde muy
joven, cuando eres mayor eres más listo”. Y al otro lado, unos comerciantes
intentan hacer negocio con las telas buscando el mejor precio posible.
Muy probablemente tu
ropa la haya producido una mujer. Si la has adquirido en una gran superficie o
firma de ropa, es muy posible que esa mujer la haya fabricado en un país
empobrecido del sudeste asiático (echa un vistazo a la etiqueta de tus
vaqueros, tu camiseta o chaqueta ¿made in?) y que se encuentre en una situación
de pobreza y vulnerabilidad a pesar de tener un trabajo a tiempo más que
completo.
A nivel mundial el 80% de las personas que trabajan
en la industria textil son mujeres.
Bajo el paraguas de los nuevos
patrones de moda barata y rápida, son las mujeres normalmente de los países
empobrecidos quienes soportan el peso de una producción en masa que busca abaratar
costes y generar beneficios a costa de la explotación laboral, de los
recursos naturales y aprovechando un sistema patriarcal basado en la
desigualdad de género.
Bangladesh junto con la India y
Camboya son los mayores exportadores de textil del mundo, se calcula que solo
en Bangladesh en torno a 4 millones de personas
trabajan en este sector, como hemos dicho, mayoritariamente mujeres.
Este es un sector que
tradicionalmente se caracteriza por condiciones de trabajo pésimas y
muy bajas retribuciones salariales con consecuencias sociales
directas: largas jornadas de trabajo (entre 10 y 14 horas),
desestructuración familiar, explotación infantil. . .
de los puestos y el exceso de
trabajo, exponen a las trabajadoras a enfermedades y accidentes laborales. Un
ejemplo de ello es el sandblasting, la técnica para hacer que
tus vaqueros parezcan desgastados aumenta el riesgo de enfermedades
respiratorias en las personas que la realizan. En países como India, también es
común que las personas trabajadoras produzcan desde su domicilio, el 95% de las trabajadoras domésticas del textil son
mujeres, su salario es de 11 cnt la hora y muchas veces lo hacen en condiciones
de trabajo forzado.
En muchas ocasiones las empleadas del
textil son migrantes de zonas rurales o de otros países encontrándose en
situación de especial vulnerabilidad (separación de sus familias, falta de
redes de apoyo, acceso únicamente a puestos en la economía sumergida…) Además,
ejercer el derecho a sindicarse y reclamar sus derechos puede salir muy caro a
estas trabajadoras, desde el despido hasta la persecución y acoso.
El sistema patriarcal que heredamos desde hace
siglos ha sido muy útil para el capitalismo que se ha nutrido y mantenido
gracias al trabajo no remunerado de las mujeres. La industria textil se
desarrolla perpetuando la división social del trabajo y aprovechando la
desvalorización de los trabajos atribuidos tradicionalmente a las mujeres.
En un mundo globalizado, es mucho más
barato deslocalizar la industria a países con salarios más bajos, con peores
condiciones laborales y con menos restricciones a la hora de gestionar la
contaminación y los desechos producidos por la industria.
consumidoras. El consumo de moda va
dirigido especialmente a las mujeres, quienes, por otro lado, tienen un menor
poder adquisitivo (a nivel global cobramos un 24% menos que los hombres, en
España según la OCDE la brecha salarial es del 11%).
Además, la moda
establece unos patrones de belleza que en muchas ocasiones se alejan de la
realidad de la mayoría de las mujeres generando inseguridades y exigencias
innecesarias.
Si quieres conocer nuevas y
cada vez mejores alternativas de consumo responsable aquí las encontrarás.
Si te has quedado con ganas de investigar
más sobre las consecuencias de la industria textil, aquí te dejamos unos
documentales que pueden ser de utilidad:
·
The true cost: Disponible en Netflix
·
Machines: https://www.filmin.es/pelicula/machines
·
Sweatshop deadly fashion: Tres jóvenes
bloggers noruegos pasan un mes viviendo con los trabajadores en una fábrica en
Camboya. Disponible en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=CI-WPATGa24
·
Made in Bangladesh: Disponible en
youtube: https://www.youtube.com/watch?v=YkbFGy-ruFM
·
Alex James, Slowing down fast fashion: Disponible en
Amazon Prime
·
Traceable: Disponible en Amazon Prime
·
Les coutures de la pell: https://vimeo.com/207263546
·
Thread: http://www.veyfilms.com/thread-documentary
·
Closets: @closets_mx en Instagram
·
Las costuras de la piel: documental en youtube.
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